ISSN: 2665-3974 (en línea)
Lua revista 7 y 8, enero-junio/ julio-diciembre 2022
Por Aixa Valfiguer – [email protected]
Despiertas en mitad de la noche entre sudores y un miedo palpitante amenazando tus sueños. Una ráfaga de aire agita las cortinas y las ramas de un árbol cercano araña el cristal de las ventanas. A lo lejos, los grillos armonizan con sus violines la corriente del río, el llanto de los sauces y el ulular de los búhos.
Todo a tu alrededor sigue su curso. Ríes de tu incomprensión hacia la vida y vuelves a cerrar los ojos hasta que amanece.
Existe un sendero de huellas marcadas en el barro arenoso que todos los damnificados, por sus tristezas y preocupaciones siguen.
Pueden mirar al suelo y ver las pisadas, o pueden ver al frente y ver las espaldas o atrás, y mirar sus rostros, incluso pueden mirar al cielo y caminar sin rumbo, pero no hallarán una respuesta. ¡Bienvenido!. también perteneces a este grupo.
Una y otra vez, la pesadilla se repite. No hay salida. Sientes una venda sobre tus ojos que te hace ver la vida en tonos grises, unos guantes en las manos te hacen insensible al resto, unas grapas en las comisuras de los labios para imitar la sonrisa y una cuerda en tu espalda para reproducir frases de ánimo y conversaciones banales.
Los ecos del tumulto se repiten en un son eterno: “Así es la vida”. Suspiras para echar de tu pecho la angustia y te preguntas: ¿Así es la vida?. Sientes los oídos taponados, ahogados en las voces constantes que martillan tu cabeza. Hay algo en el fondo, un sonido familiar que te arrastra a la infancia. Una palabra nace del recuerdo: Libertad. Sin embargo ¿qué es la libertad?
La libertad es quedarte quieto en medio de la nada, olvidarte de la rotación de la Tierra y de los días y las noches. En un punto del sendero respiras hondo, te desvías y te pierdes por el bosque cantándole a las aves, bailas en la arena a la orilla del mar, y haces castillos que se derrumban ante las olas.