La ocupación de Annie Ernaux

La ocupación de Annie Ernaux

Annie Ernaux (2008). La ocupación. Madrid: Herce Editores.

ISSN: 2665-3974 (en línea)

Lua revista 7 y 8, Enero-junio/julio-diciembre 2022

Gyldyl Rodríguez- [email protected]

“La veía por todas partes” (p.17)

Al terminar de leer “La ocupación” (2008) de Annie Ernaux, no pude hacer más que soltar un largo y necesario suspiro, un suspiro de alivio porque no hay nada más que se pueda hacer después de terminar de luchar con un texto que te deja expuesta. Y es que esta brillante escritora y profesora se ha caracterizado por volver su prolífica obra hacía sí misma, sin perder la conexión y proximidad con quien la lee. 

La escritura para Ernaux ha sido un dispositivo de auto-conocimiento y exorcización de demonios personales. Son precisamente estos dos aspectos los que abanderan ese juego entre ser y somos que percibo en la novela en cuestión, pues, aunque escribe en primera persona tiene la habilidad de hacernos sentir que los sucesos que narra le podrían pertenecer a cualquiera.

A decir verdad, con “La ocupación” me sentí presente, real, no tuve otro remedio más que devorarla en una hora. En este breve volumen de 90 páginas, Ernaux rápida y concisa examina una dolorosa y terrible etapa de celos que vivió, tras finalizar una relación con un hombre que decidió continuar su vida con otra mujer. Desde el comienzo, la escritora francesa nos prepara para lo que será un relato descarnado, que no tiene como fin proporcionar una moraleja o atreverse a ser catártico, sino evidenciar la necesidad de expresarse, de auto-analizarse, de escribir lo que se piensa y por tanto lo que se siente:

Siempre quise escribir como si no fuera a estar cuando publicaran lo escrito. Escribir como si fuera a morirme y ya no hubiera jueces. Aunque es posible que sea una ilusión creer que el advenimiento de la verdad depende de la muerte (p.9).

Este es el preludio de una narración intensa, atravesada por el sufrimiento, la ansiedad y el anhelo inicial de que todo pasado fue mejor. Los celos se convierten en una presencia de múltiples caras femeninas, cuerpos, profesiones, edades. Se transforman en una ocupación constante que “le llenaba la cabeza, el pecho, el vientre, las emociones” (p.12). 

La novela página tras página nos interna en la psique adolorida de la protagonista que busca a toda costa demostrar que ella es mejor que “La otra”, sin darse cuenta que ahora ella es la otra. Ernaux, no deja por fuera ningún detalle de lo que esta experimentación tan profunda de las emociones significa: “tenía la impresión de que se me iba vaciando el cerebro a chorros continuos” (p.22). No hay trucos ni intentos de preciosura en lo que escribe, en sus propia palabras: “me interesa la escritura para hacer visibles las cosas, no para embellecerlas” (véase en: https://elpais.com/diario/2008/05/24/babelia/1211586614_850215.html).

Desde la distancia, sin pretenderse otra, la escritora nos plantea su verdad, una verdad “escrita a cuchillo” como le llama Jeannet Frédéric-Yves en una entrevista publicada en un libro con mismo título (véase en: http://www.elem.mx/obra/datos/10109 ). Una verdad que genera un choque emocional en quienes la leemos, al encontrarnos en sus letras universales que abarcan hasta al más desprevenido: “lo que hay en estas páginas no son ya mi deseo, ni mis celos; son deseo y celos en general; y es lo invisible lo que moldeo” (p.53).

En esta temporada, a sus 82 años, Annie Ernaux ha sido galardonada con el premio Nobel de Literatura por lo que su narrativa está tomando más fuerza y visibilidad. La escritora francesa y catedrática, cuenta con alrededor de 30 títulos publicados -la mayoría traducidos al español-, entre los que se destacan “El acontecimiento” (2001) y “Pura Pasión” (1991) novelas que fueron llevadas al cine recientemente por su impacto, visceralidad y vigencia después de tantos años. 

Como vemos, Ernaux se presenta al mundo como una etnóloga de sí misma, despojada de aquella moralidad que no permite la expresión sincera, consciente de que es necesario explorar y reflejar la experiencia femenina en una sociedad que intenta a como dé lugar eliminarla. Eso para mí, no es cualquier asunto. 

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