Juan Esteban Biswell Jiménez – [email protected]
Ensayo ganador del Concurso “Raise your voice. Uninorte 2018”
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define la educación como uno de los “motores más poderosos y probados para garantizar el desarrollo sostenible”; por lo tanto, la educación de calidad es el cuarto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) proclamados por la ONU en la Agenda 2030. Dicha agenda destaca la importancia de la educación como un principio fundamental para lograr la transformación del mundo a través de la acción conjunta entre los gobiernos, las instituciones y las personas; por medio de alianzas y mecanismos de cooperación nacional e internacional, se propone “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. (A/RES/70/1).
De igual forma, la educación atraviesa cada una de las dimensiones del desarrollo sostenible: es indispensable para incentivar el progreso económico y social, promover el desarrollo humano, generar una conciencia ambiental y fortalecer la institucionalidad. Según el planteamiento del organismo internacional, el conocimiento es la herramienta más eficaz para solucionar el hambre y la pobreza extrema; mejorar la salud y la seguridad alimentaria; prevenir los desastres naturales; potenciar la innovación tecnológica, y fomentar el ejercicio de los derechos humanos. El papel de la educación es producir y transmitir ese conocimiento a la mayor cantidad de niños, niñas, mujeres y hombres posible, con inclusión y equidad, para que cada individuo se transforme en un agente de cambio capaz de trabajar por el bienestar y la prosperidad mundial desde y hacia su propia comunidad.
Desde esta perspectiva, la universidad cumple un rol primordial, no solo como institución de educación superior, sino como matriz del conocimiento universal. Su compromiso debe ser llegar cada vez a más personas, incluso a quienes no han podido acceder al sistema educativo formal, brindándoles oportunidades de capacitación e investigación multidisciplinaria basada en los ODS, no solo a nivel profesional, sino con estrategias de aprendizaje experiencial a partir de las necesidades de la población. A través del Instituto de Desarrollo Sostenible (IDS) se pueden construir alianzas con instituciones gubernamentales y no gubernamentales para ejecutar proyectos pedagógicos orientados a fortalecer la educación para el desarrollo sostenible en miembros de la comunidad, como un horizonte epistemológico común hacia el cual conducir los esfuerzos interinstitucionales, integrando las ciencias sociales, naturales, y demás campos del conocimiento, en un complejo engranaje interdisciplinario que se enfoque en la consecución de los ODS desde la participación comunitaria. De esta forma, la educación de calidad se convierte en el mayor impulso para alcanzar los 17 ODS enmarcados en las esferas económica, social y ambiental de la sostenibilidad.